El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, apostó hoy por seguir impulsando en Galicia un ecosistema industrial basado en la “sostenibilidad y en la economía circular”.
Así lo destacó esta tarde durante la inauguración de la nueva planta de reciclaje y fundición que Cortizo abrió en Coirós, acto en el que estuvo acompañado por la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana. Con esta nueva instalación, la empresa familiar da un paso más en su compromiso con la reutilización y gestión de residuos, al tiempo que sienta un ejemplo para seguir potenciando esta estrategia entre el resto de industrias gallegas.
“Es un gusto que empresas gallegas que empezaron muy poco a poco, ahora tengan este tamaño y sigan teniendo claro que el secreto está en hacer las cosas bien”, apuntó, al mismo tiempo que señaló que “es posible seguir creciendo, seguir fabricando, y cada vez respetar más el medio ambiente, a pesar de los obstáculos que a algunos les encantaría poner”.
En este sentido, agradeció a la empresa esta inversión de cerca de 40 millones de euros “y que además lo haga aquí, en el rural” y su apuesta por seguir creciendo porque contribuye a engrandecer la marca Galicia Calidade, “que tiene que ser muchísimo más que paisajes y que gastronomía, que por supuesto, pero es sobre todo las cosas que se hacen bien aquí y de las que nos sentimos orgullosos y que después hacen que muchísima gente nos reconozca en muchísimos lugares del mundo”.
Iniciativas de apoyo
De hecho, el titular del Ejecutivo autonómico destacó la importancia de contar con referentes prácticos, como esta planta, para continuar impulsando la sostenibilidad entre el tejido productivo.
Entre otras iniciativas, el Gobierno gallego aprobó en 2024 el nuevo Plan de gestión de residuos industriales de Galicia (PRIGA), que movilizará 75 millones de euros hasta 2030, con el objetivo de hacer avanzar a las empresas en la economía circular y reducir los residuos. Al amparo de este plan, se creó una oficina pionera de asesoramiento a las industrias que tiene como fin orientarlas y guiarlas en todo este proceso.
Además, el Gobierno gallego trabaja en agilizar y reducir los tiempos de la tramitación ambiental, pero manteniendo al máximo el rigor y la exigencia. Esta línea de trabajo se plasmará en la futura Ley de administración ambiental simplificada, que el mes pasado finalizó el trámite de audiencia e información pública.