La Xunta y la Universidade de Vigo trabajan juntas con el objetivo de reforzar la posición de Galicia como refugio climático y de dotar a los ayuntamientos de información y herramientas con las que actuar en este ámbito a nivel local.
La conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, y el rector de la Universidade de Vigo, Manuel Joaquín Reigosa, firmaron hoy un convenio de colaboración entre las partes con el que se pretende diseñar una metodología tanto para elaborar mapas de calor como para la localización de refugios climáticos, avanzando así en la creación de zonas verdes y contribuyendo a elevar el bienestar de la ciudadanía.
La responsable autonómica explicó que la finalidad última de este acuerdo -con un presupuesto de cerca de 40.000 euros- es dotar a los ayuntamientos de información y procedimientos claros para que puedan crear entornos amables y adapten sus zonas urbanas con la apuesta por más espacios naturales y menos infraestructura gris.
De este modo se desarrollará un proyecto de acción contra el cambio climático para que las entidades locales puedan identificar en su ámbito de actuación cuáles son las islas de calor -las zonas con las temperaturas más altas del ayuntamiento-, cuáles los refugios climáticos -áreas frescas, verdes y con arbolado que puedan ser empleadas por la población en episodios de temperaturas elevadas- y cuáles zonas de preservación de la biodiversidad, que pueden coincidir con el ámbito de algún espacio definido como refugio climático.
La conselleira destacó que contar con esta información es especialmente importante en episodios de olas de calor como las que se registran en verano y que impactan en la salud de las personas, especialmente en aquellas que viven en las ciudades por el efecto isla de calor, el fenómeno que se produce por el efecto de la radiación solar y su multiplicación al impactar en el asfalto y en el hormigón.
En esta línea, Ángeles Vázquez destacó la trascendencia de contar con refugios climáticos que ayuden a paliar esas situaciones ofreciendo lugares frescos y zonas de sombra para acoger a la población más vulnerable. De hecho, incidió, el diseño de estos refugios climáticos necesita un enfoque integral que tenga en cuenta la adaptación de los ecosistemas al cambio climático y la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía con la habilitación de espacios verdes saludables y funcionales.
Métodos
Esta cuestión, no obstante, es compleja por la necesidad de garantizar la compatibilidad entre entornos urbanos y naturales que sean sostenibles y duraderas así como beneficiosas tanto para el medio ambiente como para la ciudadanía. Por eso, la conselleira agradeció la labor de los profesionales de la Universidade de Vigo que se encargarán de plasmar los conocimientos científicos y técnicos en métodos concretos con los que ofrecer soluciones que redunden en el bienestar de los ciudadanos y propicien espacios verdes saludables.
De este modo, concluyó la responsable autonómica, Galicia continuará a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático al ofrecer información estructurada y localizada geográficamente para identificar cuáles son las islas de calor y cuáles los refugios climáticos disponibles para recurrir a ellos en momentos de episodios adversos.